Los trabajos arrancan en la carretera cabraliega con medio año de retraso, nueve meses de plazo y 1,2 millones de euros de inversión.

El incipiente movimiento de maquinaria y operarios hace esperar a los vecinos de Cabrales que esta vez las obras en la carretera de Sotres comiencen de forma definitiva. Tras permanecer cerca de medio año paralizadas por desavenencias con la empresa adjudicataria, la de ayer era la jornada marcada para el inicio de unos ansiados trabajos presupuestados en más de 1,2 millones de euros. Entrada la mañana, en la carretera AS-264 se habían instalado las señales de obra y era palpable el trajín de los primeros operarios. «Después de una reivindicación de veinte años ya era hora de que empezasen. Ojalá esta sea la definitiva», expresó el hostelero Manuel Ángel Fernández, de Sotres. No obstante, recordó que la amenaza de la nieve aún no está despejada, si bien «no es lo mismo marzo que diciembre». «Ya lo estábamos deseando, sobre todo los que andamos todo el día en la carretera, cuando bajan los neveros es un peligro», recordó por su parte el vecino y empresario Víctor Pellico.

También corren riesgos los turistas que ascienden a la aldea, enclavada en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, «quizás más que el resto por desconocimiento, porque se paran a hacer fotos y cualquier día va a ocurrir una desgracia», abundó. El lamento presente ahora en el pueblo cabraliego es que se hayan perdido estos meses, pues entienden que las buenas condiciones meteorológicas hubieran ayudado a adelantar la obra. «Hubiera sido bueno para aprovechar y hacerlas, otros inviernos está el problema del tiempo y en verano el del tráfico», indicó Pellico.

Falso túnel

Hasta llegar al inicio de los trabajos, el proyecto de las viseras antialudes ha resultado largo y repleto de contratiempos. La intervención se adjudicaba en febrero del pasado año, con un plazo de ejecución de nueve meses. En agosto, el Principado anunciaba el inminente comienzo, indicando ya que las obras podrían verse condicionadas por la nieve y cuestiones medioambientales, como el ciclo de crianza del águila real presente en la zona. Finalmente fueron las «discrepancias en criterios técnicos y económicos» con la empresa adjudicataria, Ogensa, las que retrasaron el arranque.

La intervención en la AS-264 incluirá la instalación de cuatro viseras antialudes en los puntos kilométricos 13,8; 14,2; 14,62 y 15,2, con estructura de falso túnel, una cubierta en pendiente del 20% y revestimientos en piedra 'caliza Picos de Europa'. El sistema de protección se completará con otras diez barreras dinámicas de tres metros de altura entre los kilómetros 3 y 9,2 y malla de triple torsión en los puntos 12,1; 12,5 y 15,9. En total, 477 metros de estructuras con las que garantizar la seguridad de una de las carreteras más transitadas del concejo y de toda la zona de los Picos de Europa.